Patronas de Cádiz: Nuestra Señora de la Merced Coronada, Jerez de la Frontera.

La devoción que los jerezanos profesan a Nuestra Señora de la Merced, se remonta al siglo XIV, cuando los frailes de la orden Mercedaria se establecen en la ciudad. Parece ser que fue teniendo más popularidad a inicios del siglo XV, ya que hay constancia que en el año de 1410, el Ayuntamiento liberó parte de las arcas municipales al convento, en reverencia a la Virgen de la Merced.

La Imagen original de Nuestra Señora de la Merced, era una talla gótica de finales del siglo XIII o mediados del XIV, pero de la talla original es muy poco lo que queda. Es vestida desde el siglo XVIII, por lo que fue preciso mutilarla, para que se pudieran colocar los ricos vestidos. La imagen actual se compone de dos partes: Una talla en madera de la primera mitad del siglo XIV, de la cual actualmente sólo se conserva el rostro. Y un recubrimiento de plata posterior.

Existen dos teorías sobre la aparición de la Santísima Virgen mercedaria. La primera nos lleva a la conquista castellana de la ciudad. Después de la ocupación, se decidió edificar un monasterio, para consagrarlo a la Orden de la Merced. Según cuentan algunas personas, cuando se preparaba el solar sobre el que se edificaría el monasterio, encontraron un antiguo horno y en su interior apareció la imagen de la Virgen.

La segunda teoría está unida a la conquista de Algeciras en el año de 1369, por parte de los Benimerines, un pueblo procedente del norte de África. Durante este hecho, un soldado cristianos se marchó de la ciudad con la Imagen de la Virgen de la Palma, para ponerla a salvo.

Nuestra Señora de la Merced Coronada, en su paso.

En su huída terminó en Jerez de la Frontera, dónde la dejó en el monasterio mercedario y le prometió a la virgen que, algún día, volvería a por ella, dejándola colocada, provisionalmente, en la sacristía del monasterio.

Los mercedarios afirmaban que, por las noches, la Virgen emitía unos destellos que fueron entendidos como un milagro, y pensaron que la imagen había llegado hasta ellos, gracias a la providencia. Gracias a esto, y a que el soldado nunca volvió, la Virgen pasó a llamarse de la Merced, propiciando la construcción de la actual basílica.

Estas dos historias tienen bastante de leyenda y es difícil afirmar qué ocurrió realmente.

Hasta el siglo XIX siempre cuidaron de la Santísima Virgen los frailes mercedarios. En dicho siglo hubieron de abandonar el convento en tres ocasiones: En la invasión francesada, en el período liberal y tras la desamortización de Mendizábal.

Cuando en 1810 se apoderaron los franceses de la ciudad convirtieron el convento en un hospital, con el obligatorio desalojo de los mercedarios. Después de volver a instalarse en el convento, de nuevo lo tuvieron que abandonar, en el trienio liberal de 1820, trasladándose entonces la Virgen a la parroquia de Santiago. En el año de 1835, y tras la aprobación de las leyes desamortizadoras, de nuevo se expulsó a los frailes y el convento pasó a ser, nuevamente, un hospital.

La Virgen de la Merced comenzó a consagrarse entre la población como una Virgen milagrosa, durante el siglo XVI. Es por ello que hay constancia de algunos milagros que tuvieron lugar en el transcurso de diferentes procesiones. Entre ellos, cabe destacar la curación de una epidemia de peste en el año de 1569, la sanación de inválidos o una muy particular producida en el año de 1589, dónde se sacó en procesión a la Virgen, por las escasas lluvias, realizando una estación de nueve días a la Santa Iglesia Catedral. Casualmente, al tercer día de estar en la Seo jerezana, comenzó a llover en Jerez.

Después de todos estos devenires, la iglesia siguió abierta al culto, donde recibió el cariño de los jerezanos. En el año de 1940, vuelven a hacerse cargo de la Basílica y del cuidado de la Virgen, la orden Mercedaria.

Cuentan algunos que el patronazgo de la Merced, sobre la ciudad de Jerez, es desde finales del siglo XIII -1282-1300, aunque no hay documentación alguna que lo avale. Es ya a mediados del siglo XVII, cuando se comienza a considerar a la Virgen de la Merced como Patrona de Jerez. Ya en el siguiente siglo se extiende la costumbre de otorgarle el patronazgo, aunque verdad es que hasta el año de 1888, no se decidiera por parte del Consistorio y del Cabildo Colegial a solicitar, al Papa, la confirmación del mismo. Hubo algunos problemas por los que no se llegó a tramitar esta solicitud.

Los dos Niño Jesús de la Merced jerezana (izquierda el de 1900 y derecha el que se cree es el original).

Fue al poco de instaurarse la fiesta de la Merced, cuando estuvo a punto de desaparecer. La causa fue económica. A comienzos del siglo XVII, había una crisis económica que imponía grandes restricciones. El ayuntamiento se veía incapaz de mantener tantas manifestaciones religiosas como había en la época, por lo que se decidió reducir las partidas a los distintos santos locales. Se votó por las festividades a suprimir, pero la de la Merced se aprobó mantener.

En el siglo XVII, había en Jerez defensores de que otras Vírgenes fueran patronas de la ciudad. Los devotos de cada Imagen se aglutinaban en casas patronales. Los conflictos entre estos casi desembocan en disturbios públicos. Con la atención de que estos disturbios no fueran a más, el Consisto optó por compensar con igualdad a todas las devociones. Así, cuando la Virgen de la Merced salía en procesión, buscaban alguna razón para que el resto de Vírgenes pudieran salir a la calle también. Entre las distintas imágenes marianas se encontraban la Virgen de la Concepción, de la iglesia de san Francisco, Nuestra Señora del Socorro, de san Agustín o la Virgen del Buen Suceso, de la Trinidad.

No sería hasta el año de 1925, cuando se volvería a insistir en la petición de este patronazgo, aunque con idéntico resultado al anterior. Fue en el año de 1944, cuando se pidió nuevamente y ahora, gracias a las gestiones del Cardenal Segura, se consiguió que el Papa Pío XII, firmase un Breve el 27 de junio de 1949 por el que se confirmaba el patronazgo de Nuestra Señora de la Merced sobre la ciudad de Jerez de la Frontera, que por entonces pertenecía a la Archidiócesis de Sevilla. 

El mayor regalo que le hizo la ciudad a su Patrona, fue la corona de oro y piedras preciosas, para coronarla canónicamente, el 31 de mayo del año de 1960, por el cardenal Bueno Monreal.

Tiene una particularidad la Virgen de la Merced de Jerez, que pocas tienen, y es dos imágenes de Niño Jesús. El más antiguo (se piensa que pudiera ser el original del siglo XIII) no procesionaba con la Patrona jerezana desde finales del siglo XIX. Este Niño Jesús permanecía expuesto en el interior de la basílica y es de estilo gótico, guardando mi ha semejanza con la Imagen de la Virgen.

El Niño Jesús más moderno, se realizó en el año de 1900, en conjunto con los niños que se encuentran a los pies de la Santísima Virgen.