Opinión: Resucitar o callar

Articulo de opinión del que es el Pregonero de la Semana Santa de El Puerto de Santa María, Francisco Figuereo.

Y creo que ya ha pasado un tiempo más que prudente….

Que la vacunación avanza de manera firme, y que la 5ª ola va quedando atrás… que con la vuelta a la rutina seguirán descendiendo los casos, ojalá todas las ucis queden vacías porque sus pacientes hayan ganado esa durísima batalla… y que la luz del final del túnel se convierta en ese cielo azul que aparece tras la oscuridad, que siempre gane la vida y que vuelva la añorada normalidad… o al menos, que todos la recuperemos, porque lo cierto es que hay muchos sectores, por no decir casi todos, que han vuelto a esa normalidad, solo hace falta dar un paseo por el centro de El Puerto, por el centro comercial de Vistahermosa, por Valdelagrana… en otros ámbitos se vuelven a aumentar los aforos, los horarios se alargan, las medidas de flexibilizan… y en todo este tiempo, solo hay un colectivo que no ha avanzado nada.

Recuerdo a Francisco Oliva Delgado en la charla de capataces de El Año Sin Primavera, con cierto temor decía: “ Parece que hay una mano negra que no quiere que salgan las cofradías” al principio no quise pensar en la repercusión de aquella frase, pero casi 7 meses después de aquello me lo planteo. Y en verdad lo que me planteo es si esa mano negra, está en nuestra propia casa o está fuera de ella.

Lo que no me parece normal es que no se avance ni medio paso, que con los medios que tenemos actualmente no podamos dar seguridad tanto al ciudadano que presencia una cofradía como a todo el cortejo que la compone. He escuchado en los últimos meses muchas veces aquello de: “ o volvemos como antes o no se vuelve” pues entiendo que esa afirmación nos limita a pasar muchos años con nuestros titulares en sus templos.

Seamos racionales, yo creo que hoy por hoy tenemos los medios para poder sacar una procesión con garantías a la calle. Tendremos que cambiar algunas cosas temporalmente, no me cabe duda, pero con el paso del tiempo todo volverá.
Que el mundo del costal se tendrá que adaptar, ya lo han hecho en muchas ocasiones a lo largo de la historia, que las bandas tendrán que tener un protocolo sanitario estricto, pues con casi toda probabilidad, y creo que en ambos casos se puede conseguir a día de hoy.

Pero lo que no acierto a entender son a aquellos cofrades, aquellos hermanos, aquellas personas, que limitan la evangelización del pueblo a la posibilidad de que haya costaleros bajo las andas y bandas detrás de las mismas.
Abran sus mentes señores, los caminos y en este caso, las formas de llegar al Señor son inescrutables. Si seguimos pensando en el pasado como única opción, nos queda un largo peregrinar por el desierto.