La rueda y el costal

Pudiera parecer el título de una fábula, pero no lo es. Más bien es un intento de dar respuesta a una pregunta, que muchos se hacen: ¿Por qué la Patrona de El Puerto no se cambia de ruedas a costal? O ¿Cuando irá la Patrona de El Puerto a costal?

Controvertida pregunta que se hace parte del mundo Cofrade portuense, que no desde la Archicofradía, que reverdece al oler a nardos, rondando el mes de septiembre de cada año. La respuesta podría ser bien sencilla: «Porque no». Pero si ahondamos en la cuestión nos encontramos personas a favor y en contra, casi, a partes iguales.

Muchos son los que se preguntan si en otras localidades vecinas, sus patronas, son cargadas por costaleros, ¿Por qué la de El Puerto de Santa María no? Mi respuesta a esta pregunta siempre es la misma: «¿Y por que si?»

Nuestra Señora de los Milagros en su Templete
Nuestra Señora de los Milagros en su Templete

Verdad es que en otras localidades las patronas y patrones van a costaleros, también es verdad que otras van con cargadores o con molía jerezana y verdad es también que la nuestra siempre fue a ruedas. Llegados a este punto me cuestiono lo siguiente: ¿Que razón de peso hay para querer cambiar las ruedas por el costal? ¿Elegancia? ¿Modas? ¿Antojos? ¿Copiar? La verdad es que nunca me he encontrado con un argumento, de peso, para este cambio, amén de la tan mañida respuesta de: «Es que a ruedas no pega, porque en otros lugares va a costaleros». Sin embargo sí he encontrado «argumentos» irrespetuosos que bien podrían valer para otras cosas, tales como que quien quiera empujar un carro, que se vaya a un supermercado. Ni un dirigente de cierto partido político, haría ese tipo de argumentaciones. No hay más comentarios.

La siguiente pregunta que me hago es: ¿La Archicofradía tiene costaleros para este cometido? La respuesta creo que es obvia: No. Para este «problema» también propone alguno una solución: Que cada año la cargue una Hermandad diferente. Cada año una cuadrilla distinta. Cada año un capataz. ¿Es serio esto? Esos mismos piensan que para la Virgen de los Milagros no habría problemas de costaleros, que la gente se volcaría para ser sus pies, así de simple, por el mero echo de sacarla, sin fe, sin devoción, cual sacapasos.

Algunos proponen que, al menos si no se plantea el cambio de las ruedas por el costal, que los que empujan el templete, lo hagan desde dentro, evitando que se vean a estas personas, como sucede en la Custodia de la capital gaditana. Quizá esa sea una opción más acertada y que le daría un cambio sustancial al paso de la Virgen de los Milagros. También es cierto que antes incluso iban empujando el Templete de la Patrona portuense por los laterales, cosa que, por suerte, se suprimió también.

Supongo que esos mismos, que no ven que nuestra Patrona vaya sobre ruedas, son los mismos que no ven como «normal» a la Hermandad de Jesús Cautivo, simple y llanamente por que no entra dentro de los cánones de Cofradía «normal». Esos mismos que lo quieren «sevillanizar» todo con el único argumento de que en Sevilla se hace así y ahí comenzó todo, y que no entienden que en la singularidad de un templete o unas andas, como las de la Patrona o la del Cautivo, también está lo original, lo añejo, lo tradicional… Lo portuense.

Cambiar por cambiar nunca fue un argumento de peso, al menos para mí, en ningún ámbito… Y en el Cofrade, tampoco. Se cambia para mejorar o se cambia algo que no funciona, pero no se debe cambiar con el único argumento de que «a mí no me gusta» o «es que en otros sitios no es así». Y, sincera y personalmente, creo que no mejoraría este cambio.

Mantengamos nuestras costumbres, nuestra seña de identidad, como los guiones abriendo el cortejo procesional de nuestras Cofradías que, poco a poco, también se van perdiendo, y si algo no funciona, adelante, a cambiarlo pero no por modas o gustos personales, sino por que realmente no funcione.

Nuestra Señora de los Milagros en el interior de la Basílica que lleva su nombre.

Desde aquí también invito a esas personas a que se hagan Esclavos o Hermanos de la Patrona. Que vivan la Hermandad desde dentro, que sepan de su día a día, casi desconocido para la mayoría, de su novena en mayo y su octava en septiembre o de la Sabatina matutina de cada sábado. Que participen de sus Cabildos y, por qué no, propongan este cambio en uno de ellos.

Creo que la Esclavitud tiene otras necesidades más acuciantes, como una casa de Hermandad, o restaurar su amplio, importante, rico e histórico patrimonio, además de gente que arrimen el hombro. También es verdad que si, llegado el caso, se planteara algún cambio de ruedas a costaleros, lo principal sería acometer unas reformas costosas, como cambiar toda la mesa del paso, para darle más altura, así como calar los respiraderos, que en la actualidad son de una pieza y sin calar.

Mientras unos se preguntan si es mejor seguir a rueda o cambiar a costaleros, yo me limito a cuidarla de la manera que Ella me eligió, en el año 2016, que es exornando con flores su capilla cada semana y su templete cada 7 de septiembre, vaya a ruedas, costal, molía o como Ella quiera.

David Romero Otero