Hasta siempre Don José

Era un secreto a voces que el obispo de Asidonia-Jerez, D. José Mazuelos Pérez, sería trasladado a otra Diócesis. Enseguida comenzaron las quinielas para saber su próximo destino y el nombre de su sucesor. A pesar de ser algo esperado, nos cogió de sorpresa en la mañana del pasado lunes. Una rueda de prensa, celebrada a las 12:00 horas en el salón de actos de Juan Pablo II, en la que el propio Mazuelos anunciaba su adiós y su nuevo destino, Canarias.

Se va el tercer obispo de la diócesis, antecedido por el difunto D. Rafael Bellido Caro y el Castrense D. Juan del Río Martín. Un obispo nombrado el día de su Santo, hace más de diez años y que ha intentado poner orden en algunos campos, sobre todo en lo relacionado con las Hermandades, aunque a veces, y en mi modesta opinión, se pasó de frenada, si bien es verdad que no le quitaré ni un ápice de buena voluntad a estas decisiones.

Sonó para ser obispo de Huelva, por la jubilación de D. José Vilaplana Blasco, pero con el nombramiento de D. Santiago Gómez Sierra, obispo auxiliar de la Archidiócesis de Sevilla, como nuevo prelado onubense, se comenzó a hablar de Canarias como su próximo destino, como finalmente ha sido.

Era un obispo que venía de la Archidiócesis sevillana y eso, a algunos, le sonaba bien por aquello de tener un obispo cofrade y proveniente de Sevilla. En la práctica ha tenido que lidiar con algunos temas peliagudos como la destitución de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Prendimiento jerezano, también ha intentado poner orden en las salidas extraordinarias y algo importante como el voto por correo de personas que viven fuera de la provincia eclesiástica peninsular a la que pertenece nuestra Diócesis, entre otras muchas cosas. Se deja temas en los que no ha querido o simplemente ha preferido o no ha podido entrar, como la vuelta del Sábado Santo.

Esperemos que en su nuevo lugar, el archipiélago canario, le vaya lo mejor posible y que todas las decisiones que tome, sean para bien. Al futuro obispo de Asidonia-Jerez, sea quien sea, desearle lo mejor y pedirle mano izquierda y paciencia con el complicado mundo cofrade, que falta le va a hacer.

Lo dicho, mucha suerte y hasta siempre Don José.