Grandes devociones: Nuestra Señora del Carmen Coronada, Jerez de la Frontera

Primer plano de la Santísima Virgen del Carmen

La Real Hermandad de Damas y Caballeros de Nuestra Señora del Carmen Coronada de Jerez de las Frontera es quizá una o la más importante de las Hermandades del Carmen de la zona, no sólo por su historia sino por ser la primera Virgen bajo esta advocación y la octava coronada canónicamente.

Es la Santísima Virgen una talla cuya autoría es anónima, de gran tamaño, del siglo XVIII, que llegó de Sevilla en el año de 1586, instalándose en el Hospital de la Sangre, antiguo asilo de San José. Acompaña a la Imagen un Niño Jesús que porta también una espectacular corona y luce ricos vestidos bordados en oro.

Despues de tener que entregar el convento para los enfermos de peste, en el año de 1600, y transformarlo en un hospital a las afueras de la ciudad, los frailes vivieron en domicilios particulares hasta construir el nuevo templo. Desde entonces fue creciendo tanto la devoción a la Reina del Monte Carmelo, en la ciudad de Jerez de la Frontera, que en el año 1925 fue coronada canónicamente en el parque González Hontoria, gracias, en buena parte al prior Fray Luis María Llop y a los que serían más tarde los padrinos de esta coronación D.Fernando de Soto y Aguilar y Dña. Carmen Domecq y Núñez de Villavicencio, marqueses de Arienzo y de Santaella, Condes de Puerto Hermoso y Grandes de España.

La coronación.

La Virgen del Carmen a los pies de la Giralda

En mayo del año 1922 salió a concurso el anteproyecto de la corona. Por ello se recibieron 16 bocetos, llegando a seleccionarse tres de los que saldría la corona de la coronación. El jurado creado para tal efecto seleccionó el boceto presentado por el valenciano D. José David, de Játiva. Su obra constaba de dos partes: La imperial y la ráfaga, estando realizada en oro de ley y contando con alrededor de diez mil piedras preciosas de diferentes tipos. Este proyecto llamó la atención por su voluminoso acabado y por sus seis kilos y medio de peso.

Fueron muchos los jerezanos de toda condición que, años antes, quisieron aportar su donación de oro para poder culminar con éxito la corona de la Virgen. La corona tenía un peso de seis kilos y medio, si bien más tarde tuvo que ser reforzada la estructura, llegando a pesar diez kilos.

La mañana del día domingo 19 de abril de 1925, llegó la presea a la ciudad de Jerez, siendo lleva en un coche y escoltada por un capitán y algunas parejas de la Guardia Civil. Quedó expuesta en el palacio de los Condes de Puerto Hermoso y en el Ayuntamiento, para que la viese todo el pueblo jerezano.

En las jornadas previas al día de la coronación se realizaron dos quinarios en San Miguel y Santiago, después dos triduos preparatorios en la Santa Iglesia Catedral y en la Basílica del Carmen y al término se realizó, en esta última, una Vigilia de Adoración Nocturna.

El ajuar de la Virgen expuesto el 15 de julio en la Basílica

Ya el día de la coronación, a las tres y media de la madrugada, empezó una serie de once misas consecutivas que se celebraron hasta las ocho y media de la mañana, cuando la Virgen dejó la Basílica para hacer historia. A la Imagen la acompañaban la comunidad carmelita, el clero secular y el Ayuntamiento deala época bajo mazas.

Antes de la llegada de la Santísima Virgen al parque, donde ya esperaban miles de jerezanos, llegó un tren especial, que venía de San Fernando, con una Compañía integrada por los alumnos de la Escuela Naval, una Compañía de desembarco del acorazado Alfonso XIII y otra de Infantería de Marina. Los Reyes de España, Don Alfonso XIII, que vestía uniforme de Capitán General de la Caballería de Lanceros con Toisón de oro así como otras condecoraciones, y Doña Victoria Eugenia, también hicieron su entrada y, tras ellos, llegó el Nuncio de Su Santidad, Monseñor Federico Tedeschini, con muceta de armiño y capa púrpura de cola larga.

Nuestra Señora del Carmen en su paso

Se acercaba el paso con la Santísima Virgen por la, por entonces avenida de América, hoy Álvaro Domecq y la expectación crecía en el interior del González Hontoria. El silencio sólo fue roto cuando el Nuncio puso la corona en la cabeza de la Reina Carmelita, que hizo replicar todas las campanas de la ciudad.Tras la coronación, NuestrNuestra Señora del Carmen coronada, se dirigió hasta la catedral, por entonces Colegiata, para presidir un Pontifical de Acción de Gracias, al que también fueron los Reyes, y un Triduo.

Como anecdota, cabe destacar que en los años 50, procesionó con la corona de Santa Maria de la Paz en su Mayor Afliccion, de la Hermandad de la Coronación de Espinas, por miedo a que la corona fuese robada.

Fueron muy festejados tanto el 25 como el 50 aniversario de la coronación, demostrando el arraigo y la devocion que la ciudad le tienen a la Virgen del Carmen. Ya en el año de 1951, la Imagen fue elegida para presidir la procesión magna de sevilla, en la que se conmemoraba el VII centenario de la entrega del Santo Escapulario a San Simón Stock.

Las dos devociones de Jerez: La Virgen del Carmen y la Virgen de la Merced

Es innegable el fuerte arraigo de la orden y la Imagen Carmelita en la ciudad de Jerez de la Frontera, tanto que algunos le dan casi más importancia que a la propia Patrona, aunque es innegable el amor del pueblo jerezano a sus dos Vírgenes de gloria coronadas. Es mucho el público que acude cada día y cada vísperas a la Basílica, para rendir pleitesía a la Virgen marinera, que riega cada 16 de julio las calles con olor a rosas y nardos, al son de la banda Maestro Tejera de Sevilla que, con sus sones, acompañan a una de las tallas más importantes de la provincia gaditana.

En la víspera de la festividad, la Basílica acoge a las 12 de la noche la Salve o Saludo a la Virgen, que se celebra con un templo a rebosar y lleno de solemnidad. Después del mismo, los asistentes suben al camarín de la Virgen para verla de cerca y poder observar, en la antesala del mismo, todo el ajuar que la Sagrada Imagen y el Niño Jesús llevará en su procesión de Alabanzas del día siguiente.

En la actualidad la Hermandad se encuentran inmersa en la organización del centenario de la coronación canónica de su Títular, el próximo mes de abril de 2025.