No todo vale

Reflexión de la Artista Gaditana Ana Rey, Autora de la obra de María Santísima de las Nieves, presentada y bendecida el pasado jueves 29 en El Puerto de Santa María.

Hoy quiero compartir con vosotros una reflexión importante en relación a las reacciones que ha suscitado mi última obra, María Santísima de las Nieves.

Considero injusto que mi trabajo sea objeto de mofa y desprecio por parte de ciertos individuos solo porque no se ajusta a los cánones barrocos tradicionales. La belleza y la devoción pueden tomar muchas formas, y es crucial reconocer la diversidad de expresiones artísticas que existen en nuestro mundo contemporáneo.

En cada entrevista me preguntan si me he sentido discriminada por ser mujer en un mundo tradicionalmente de hombres y siempre he dicho que no. A mi no me critican por ser mujer, me critican por SER LIBRE de hacer lo que me de la gana y por tener un estilo que se sale de lo que estos dictadorcillos cofrades quieren imponer. Porque si no opinas como ellos es que no tienes ni idea, porque lo que es imaginería lo deciden ellos y solo ellos pueden dar su aprobación. ¿Qué el obispo te bendice la Virgen? «Es que el obispo tampoco sabe» me han llegado a decir. No, lo sabes tu, con tu medallita en el pecho predicando hermandad en la calle y haciendo chistes con imágenes bendecidas en twitter. Maravilloso.

Tener un rostro actual no implica perder la unción religiosa, la cual es completamente subjetiva y varía en función de cada persona. No seamos necios y nos creamos que nuestro sentimiento es universal porque sólo hay que ver la disparidad de comentarios que puede generar cualquier imagen mía, por ejemplo.

La Virgen es símbolo eterno de amparo, consuelo y esperanza, y su mensaje trasciende el tiempo y las apariencias físicas. Y como bien me comentaba una persona el otro día, la imagen de la Virgen barroca que tenemos tampoco es la real, así que, ¿por qué un rostro barroco es válido para algunos y uno más actual les causa rechazo? ¿Quién dicta aquí las reglas de lo que vale y lo que no? ¿Por qué este acoso y derribo a lo que no encaja con el gusto de unos pocos?

Es importante recordar que el arte religioso ha evolucionado a lo largo de los siglos, reflejando las diferentes épocas y culturas en las que ha florecido. Cada representación artística nos habla en su propio lenguaje, pero todas comparten la intención de transmitir la esencia espiritual y sagrada.

Mis imágenes buscan honrar la tradición artística, pero también abrir nuevas puertas y generar un diálogo entre lo sagrado y lo contemporáneo. La adaptación a los nuevos tiempos no implica sacrificar la profundidad de la fe.

Detrás de cada escultura hay una historia de entusiasmo y dedicación. Cada obra es un testimonio de mi pasión por el arte y de aquellos que se sienten conmovidos por él. Las críticas destructivas no hacen más que desvalorizar el esfuerzo y la cantidad de horas de trabajo que hay detrás para lograr el resultado que veis.

Os invito a reflexionar sobre la importancia de valorar la diversidad del arte en todas sus formas. No permitamos que unos pocos dicten nuestros gustos y preferencias. Sigamos compartiendo nuestra pasión por el arte religioso sin desmerecer la belleza contemporánea y respetando el trabajo y a aquellos que si se sienten identificados con mi forma de hacer imaginería.

Agradezco de todo corazón a aquellos que han apoyado mi trabajo a lo largo de los años. Vuestras palabras de aliento y aprecio son siempre lo que alivia cualquier crítica hiriente de todo aquel que no acepta que no se piense como ellos.

GRACIAS POR HACERME LIBRE. GRACIAS POR ESTAR AHÍ. GRACIAS POR TODO